martes, 3 de noviembre de 2009

La confianza y el contexto

Angela Alarcón
A70164

La confianza del consumidor nacional en relación con su situación económica ha sido nuevamente evaluada por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica. La idea de esta clase de encuestas es prever la actitud de consumo de los y las ciudadanos/as, desde sus percepciones de la situación económica familiar y nacional.
La XXIII Encuesta de Confianza al Consumidor consultó, en las dos primeras semanas de agosto, a 700 familias sobre las condiciones económicas actuales (Índice de Condiciones Económicas Actuales) y las que creen que habrán en los próximos años (Índice de Expectativas Económicas).
A pesar de la coyuntura internacional de crisis económica que se vive desde hace cerca de un año, y que ha dejado consecuencias relevantes en las familias de clase media para abajo en Estados Unidos (hipotecas, desempleo, etc.), y, siendo EEUU un importante mediador de la economía costarricense, se nota paradójicamente una cierta esperanza de que el futuro cercano irá un poco mejor.
El estudio señala una percepción pesimista tanto de la pobreza (66.1% creen que aumentará durante el próximo año) como del desempleo (58,7% creen que aumentará durante el próximo año). A pesar de esto, las cifras son menores en relación a tan solo seis meses atrás: 71.7% creían que aumentaría el desempleo, y 78.6% que aumentaría la pobreza.
Son particularmente claros los números que hablan de la compra de bienes duraderos como casas o carros, donde la tendencia viene siendo, durante años, marcadamente negativa, es decir, no se tiene confianza para esta clase de compras. En contraparte la confianza en la actual administración gubernamental ha mejorado, aunque sea unos puntos, con respecto a unos meses atrás. Tal vez esto se explica porque, al acercarse el término del mandato de Óscar Arias, es posible pensar que la vieja promesa de carros Mercedes y motos BMW será finalmente cumplida, y por lo tanto no vale la pena invertir en ello, lo cual nos lleva al siguiente punto.

¿Cuál es el contexto?
La encuesta sostiene que esta clase de cambios levemente "menos pesimistas" puede deberse a las promesas de estabilización de la situación económica y un llamando a la calma, aún cuando verdaderamente no hubiera cambiado el panorama actual. Se podría agregar también que se acercan las votaciones del 2010 y con ellas una fuerte campaña mediática que, mal que mal, pronostica futuros con mano dura para la delincuencia, prosperidad, y más competitividad e igualdad.
Cabe preguntarse por qué sin haberse resuelto sustancialmente problemas de pobreza y desempleo, y confirmando los y las entrevistados/as su difícil situación económica actual, existe una cierta esperanza hacia los próximos 12 meses, año en que se cambiará de gobierno y con ello una “nueva” oportunidad para mejorar las condiciones actuales. El contexto inmediato en el que se lleve a cabo una encuesta necesariamente influirá en los resultados de la misma. En la coyuntura actual difícilmente las campañas electorales o las noticias sobre la crisis económica (superada o no) pueden ser obviadas por completo en la realidad de un/a ciudadano/a; las encuestas realizadas en estos periodos también son susceptibles a sufrir la ambivalencia del espectro político.

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