Es bien sabido en nuestros tiempos que estamos en medio de una fuerte crisis económica, sin embargo, se ha dicho que en Costa Rica no se ha sentido tan fuerte como se esperaba. ¿Será que los costarricenses sabemos de la crisis de la boca para afuera? o, ¿en serio estaremos sintiendo que nuestros bolsillos se contraen con el resto de la economía mundial?
En la XXIII Encuesta de Confianza del Consumidor, realizada por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica el pasado agosto del presente año, se responden las anteriores preguntas. Básicamente, los resultados de esta labor investigativa hablan sobre lo que sienten los costarricenses actualmente en el ámbito económico y lo que esperan para el futuro. Dicha encuesta se realizó a 700 personas entre los 18 y los 75 años, de los cuales el 92% eran el principal sostén económico de la familia.
El resultado que quizá es más inesperado, es que los costarricenses, aunque no tienen una buena percepción de su situación económica actual; tienen una creciente esperanza de que la misma va a mejorar en el futuro. Desde febrero del 2008 donde se dio el punto más alto en el ICEA (Índice de Condiciones Económicas Actuales) hasta el presente, éste ha venido bajando hasta llegar a uno de los puntos más bajos que ha alcanzado con un 27,9%. En contraste, el IEE (Índice Expectativas Económicas) ha venido incrementando desde el año pasado al llegar a un 50%. Es posible que esta situación se esté dando porque, según se dice, la crisis económica a nivel mundial ya alcanzó su punto más crítico y ahora comienza a normalizarse. (Para información actualizada visite la siguiente noticia: http://www.nacion.com/ln_ee/2009/noviembre/02/economia2145622.html)
Además, al preguntársele a los encuestados si esperaban tiempos de crisis, buenos tiempos o ni uno ni otro; el que tendió a aumentar con respecto a las encuestas pasadas fue ni uno ni otro. Lo que significa que ya las expectativas del futuro no son tan pesimistas como en el pasado, pero tampoco llegan a ser optimistas aún. Al mismo tiempo, la tendencia indica que quienes piensan que su situación económica seguirá igual en el futuro aumentó, a diferencia de otros años.
No obstante, aunque los consumidores esperan que la situación económica mejore, no ignoran que deben continuar los aumentos naturales en la inflación. En esta ocasión, el 67% de la población espera que los intereses por préstamos incrementen en los bancos. Esto también indica que se espera un incremento en el poder adquisitivo de los consumidores, de no ser así, no serían capaces de pagar intereses más altos.
Entonces, es cierto que en su mayoría, el costarricense tiende a ser un poco más optimista que antes en cuanto al futuro económico del país. Sin embargo, ¿cuál es su postura con respecto a este momento? Cuando se les pregunta acerca de realizar inversiones para las cuales se necesita una cierta estabilidad, como comprar casa o carro, la gran mayoría opina que es un mal momento para comprar ambos bienes. El 77% de la población encuestada opina que es un mal momento para comprar carro y el 66% para comprar casa. Esto aún habiendo bajado los precios de los carros y las casas por la falta de demanda. Indicando que el encuestado simplemente no se siente en la posibilidad de asumir gastos extra, aunque esté realizando una inversión menor a la que haría en otro momento de la economía.
Lo que queda por ver es si a medida que pase el tiempo, las expectativas actuales de los costarricenses se van declarando una realidad o una fantasía del pasado. Lo cierto es que si el consumidor tiene más confianza en el mercado, se sentirá más seguro a la hora de hacer las transacciones que mantienen viva y creciente nuestra economía. Esperanzadamente, poco a poco la crisis no será nada más que un recuerdo.
Melissa Hellmund
A82960
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